Querido profesor:
No todo en esta vida es de un solo color; fíjate sino en el arcoiris. ¿Cuántos colores hay? Bastantes, ¿no? Pues de la misma manera existen opiniones, aunque no quieras verlo.
Te diré que hoy me he dejado en el tintero algunas cosillas que no he podido (o no me has dejado) decirte. En primer lugar, y aunque te cueste creerlo, no miento al decir que yo leo. No en el sentido de decir que leo una novelita al año o dos como mucho. No, perdona, leo un libro tras de otro y sí, yo de pequeña estaba viciada a la antigua Nintendo, ¿qué pasa?
En segundo lugar, y en este sentido, decir que no, no he leído grandes obras de la literatura como pueden ser La Regenta, El Quijote, La celestina o Madame Bovary, aunque sí (y muy gustosamente) Tirant lo Blanc, Terra Baixa de Àngel Guimerà y L’auca del señor Esteve de Santiago Rusiñol, a pesar de que a la mayoría de la que por aquel entonces era mi clase les pareciera un coñazo. ¿Pero y qué? ¿Y qué que ahora, teniendo un gusto literario definido, sí quiera leerme esas obras que ‘tendría que haber leído de pequeña’ y que no he leido? Bueno, pues en mi habitación están, che, ya las leeré. Estoy esperando a tener mi propio hogar y leerlas al volver de trabajar, en el sofá...
Tercero. Gracias, muchísimas gracias, por tirar mis gustos literarios por los suelos. No sólo leo a Espido Freire, sino que me encantaría leerme alguna novela de Lucía Etxcheverría (desgraciedamente me compré el nuevo de Juan Marsé en su lugar). Pero a la vez, leo libro como el de Fahrenheit 451 de Ray Bradbury, o La gurra de los mundos de H.g. Wells o 1984 de George Orwell.
Cuarto, y en referencia al primer punto, leo libros porque me ENTRETIENEN. ¿Qué no entiendes de este verbo? No leo por saneamiento mental, sino porque me gusta, y todo lo que me gusta me entretiene.
Muchas gracias por escucharme
Atentamente,
Zoe