martes, 24 de enero de 2006

Cinco extraños hábitos

Las personas que son invitadas a escribir en su respectivo blog a propósito de sus extraños hábitos, deben también indicar claramente este reglamento. Al final, debéis escoger 5 nuevas personas y añadir el link de su blog o diario web. Es importante dejar un comentario en su blog diciendo: "Has sido elegido" y decir que lean el vuestro, para que acepten o no el reto.
Primero: absolutamente todos los bolsos, tanto si son para ir de fiesta, de normal o para la universidad, los llevo colgados en el hombro izquierdo. Si son sólo de asas cortas, las llevaré en la mano izquierda. ¿Por qué? Pues no lo sé. Soy diestra de toda la vida y aún así siento más comodidad llevando los bolsos a la izquierda.
Segundo: llevo lentillas desde los 12 años. Bien, tras 8 años poniéndomelas todos los días, no ha habido una sola vez que no me pusiera o quitara primero la lentilla derecha y en segundo lugar la de la izquierda. Si alguna vez he cambiado el orden, me ha sido imposible. No se trata de ninguna superstición, sino de hábitos.
Tercero: nada más sentarme en el coche hago dos cosas: primero enciendo la radio y después me pongo el cinturón. Todo esta antes de ponerme en marcha o mientras. Rara vez haré algo distinto, y si esto sucede, será porque o estoy demasiado alterada (enfadada) y prefiero oir el silencio. Sobre el cinturón, me lo pongo en todos los coches nada más subir menos en el de mi novio.
Cuarto: en la ducha siempre comienzo lavándome el pelo y sigo después enjabonándome el cuerpo. Nunca al revés. Supongo que será por comodidad, porque si me pongo alguna crema suavizante (o tonterías similares) la dejo actuar mientras me lavo el cuerpo. Después me pongo la toalla en el pelo y me coloco mi batín. Cuando salgo de la ducha me pongo las lentillas (si es por la mañana y no las llevo puestas) y me peino con el pelo mojado. Después ya puedo vestirme y hacer un poco el mono en el baño. Ese es el orden. Nunca lo altero.
Quinto: un día enfermaré por esto: nunca me seco el pelo cuando salgo de la ducha, aun estando en invierno.
Han sido elegidos y me gustaria que aceptaran el reto:
Pedrajas Digital
Mamapato
Necesidad de crear
Lo que es la vida
Raxeleta
PD: la verdad es que tengo muchos más hábitos o ticks... diosss...

viernes, 20 de enero de 2006

Dulce Condena

Cada vez que toco un poco fondo, cada vez que el tiempo vuela,
un recuerdo (más que) pasajero, otra ilusión que llega.
Cada corazón merece una oportunidad, y esta perdida sola en medio de la ciudad.
Soy el que lo piensa por los dos, hasta que sale el sol.
Cada sensación o sentir vulgar, una sola cosa, un sólo lugar.
Un recuerdo más que pasajero,será como empezar otra vez de cero.
Cada corazón merece una oportunidad. Y está perdida sola en medio de la ciudad.
Soy el que lo piensa por los dos,hasta que sale el sol.
No importa el problema, no importa la solución.
Me quedo con lo poco que queda, entero en el corazón.
Me gustan los problemas, no existe otra explicación, esta sí es una dulce condena!
Cada vez que toco un poco fondo, cada vez que el tiempo vuela,
un recuerdo más que pasajero. Otra ilusión que llega.
Cada corazón merece una oportunidad, y está perdida sola en medio de la ciudad.
Soy el que piensa por los dos,hasta que sale el sol.
No me importa el problema, no importa la solución,
me quedo con lo poco que queda, entero en el corazón.
Me gustan los problemas, no existe otra explicación.
Esta si es una dulce condena , una dulce rendición.
Cada sensación o sentir vulgar, una sola cosa, un sólo lugar.
Un recuerdo...Cada corazón...No importa el problema...

martes, 17 de enero de 2006

Con olor a...

Hoy he vuelto a sentir ese olor que hacía tanto tiempo que no percibía. Me resultaba tan, tan familiar que hasta he dudo en si eras tú.
Resultaba ser un chico. No hemos cruzado casi ni las miradas. Tan sólo palabras. He retirado mis cosas que ocupaban el ordenador contiguo al que yo estaba y se ha sentado. Ha sido entonces cuando he podido percibir mejor ese olor tan característico tuyo y que ahora ya casi has perdido.
He tenido que conducir mis ojos hasta él para comprobar que no eras tú, aunque para mis adentros me decía que si hubieras sido tú, nada más entrar en la sala me hubieras reconocido.
Una vez descartada esta idea loca, he pensado que quizá no fuese exactamente ese olor el que percibía, sino un recuerdo sólo. Y pienso esto porque el otro día leí que las personas que por razones múlltiples habían perdido el olfato, creían percibir a veces unos olores concretos, como el del café. Pero sólo se tratan de meros recuerdos con los que el cerebro se ha quedado.
Después de todo este entresijo, he pensado que siendo las 16:00, sin haber comido nada en todo el día y teniendo clase a las 16:30, necesitaba un café con leche para despertarme de este ensueño.

jueves, 12 de enero de 2006

Perfect

Mientras escucho por la radio la canción aquella que dice: "don't worry, be happy" siento... siento que tiene razón. Sí, la canción tiene razón. Pero por dios! dónde hemos ido a parar. Si yo era la más optimista y la que siempre va con esa frase en la boca: "don't worry, be happy". ¿Qué me pasa entonces?
Pues eso, no se que me pasa pero anoche tome una decisión. Mientras hablaba con una buena amiga por el messenger me fui dando cuenta de que quiero olvidarme de todo. Sólo necesito vivir y tirar pa'lante. No puedo pensar en todo a la vez porque si no me volveré loca (como ya me estaba pasando).
Hoy ha sido un día perfecto. Levantándome en la habitación de mi hermano desde la cual he visto (casi) amanecer y después de una ducha increíble, he cogido el coche y me he lanzado a la carretera, por un sitio no muy usual para mí pero que cada vez va siendo mi recorrido preferido: la carretera camino del Saler, pasando ese túnel impresionante de la Ciudad de las Artes y las Ciencias a toda hostia con el coche y acabando en el viejo cauce del río Turia, entre palmeras, pinos y chopos. Impresionante. Hoy es un día radiante.
Puestas mis gafas de sol y la música sonando en el coche, me sentía renovada (ha habido un momento que estaba cantando con mi mano derecho a modo de micro). Estoy a las puertas de la época de exámenes pero no estoy agobiada. Es más, me permito el lujo de pasarme horas muertas en el ordenador navegando por Internet (ya veréis la semana que viene, que volveré a comerme las uñas).
Echo de menos a mi niño pero supongo que es cuestión de tiempo adaptarme a su nuevo trabajo y a su nuevo horario. Ahora, cuando nos vemos, la relación entre nosotros es más profunda. Mimamos mucho más nuestros actos. Aunque me da rabia que la gente no entiende cómo me siento ante esta nueva situación. Sólo tengo que acostumbrarme, nada más.
Y eso. Nada más. Quisiera olvidarme de todo lo demás (aunque supongo que esto lo digo hoy y mañana no lo haré) y cuidarme, eso sí.
Voy a ver si sigo perdiendo el tiempo. Estoy en la facultad desde las 14:30 horas y son las 16:44 horas. ¿He dado alguna clase? No. Ninguna hasta las 18:30. Seguimos recordando viejos tiempos, jaja.
Voy a seguir perdiendo el tiempo... o aprovecharlo.

miércoles, 11 de enero de 2006

Jartica me tienes

Harta me tienes. Me tumbo en la cama y no puedo dormirme. Doy vueltas y más vueltas en ella sin resultado alguno y me acuerdo de tí. Y sueño despierta y debato conmigo misma.
Una lágrima cae por mi mejilla hasta aterrizar sobre la almohada. A veces sólo se queda en esa única y otras tantas veces acaban más de quince lágrimas.
Hartita me tiene mi ordenador, que me lleva por la calle de la amargura ahora en plena época de exámenes y entregas de trabajos. Ahora resulta que le cuesta una barbaridad arrancar, otras veces era simplemente que no quería ser despertado de su largo letargo.
Y oye, pues es listo, no? Porque despertarse para ver este [piii] mundo, mejor no hacerlo, sobre todo cuando te cuesta tanto dormirte...
Y es que cada vez me da más igual la vida si no tengo un leit-motive por el cual luchar. Porque despertarme y no poder hablar contigo me hace desvanecerme de la faz de la tierra. Supongo que sólo es cuestión de tiempo y una tiene que acostumbrarse a ello. Y es entonces cuando una se pregunta para sí misma: "¿para qué carajos vivimos? ¿Qué es lo que nos hace movernos en este mundo?" Es entonces cuando cogería el coche y tendría un accidente, lanzándome al vacío. Pero para qué. Intentamos seguir el hilo conductor de nuestras vidas, como guiones ya preescritos. Como un buffet libre donde eres tú mismo quien hace las combinaciones de unos elementos que ya preestablecidos y que te ofrecen. La libertad es limitada.
Y ya no sé por qué cuento esto. Son las 3:50 de la madrugada del miércoles 11 de enero y no puedo dormir. Llevo ya una tila y un poleo en el mismo tazón.
No entiendo lo que me pasa. Voy sola por el mundo, navegando sin rumbo fijo y no entiendo por qué, si ya todo estaba controlado es como si de repente hubiera tropezado con una piedra y hubiera caído al suelo, rompiéndose la bola de cristal que llevaba sujeta entre mis brazos.
Soy una mierda de persona que se odia a sí misma. No me gusto físicamente (nunca me he gustado y supongo que nunca llegaré a hacerlo) y no me gusto intelectualmente... simplemente no me gusto. Me quitaron una de mis piernas y sin ella no puedo caminar por este mundo, pero lo peor de todo es que sé que ya nunca podré recuperarla y, por tanto, nunca será igual que antes. Aunque pase mucho tiempo siempre iré algo coja.
Ahora son las 5 de la mañana. Voy a intentar cerrar los ojos y no pensar en nada.

domingo, 8 de enero de 2006

¿A quién queremos engañar?

Bueno, ya pasaron las naviadades. Ya volvemos a retomar la rutina del día a día. Ahora todos tenemos en mente esas cosas que cada comienzo de año queremos hacer o queremos dejar de hacer.
Con unos quilitos de más nos proponemos ponernos en forma, o rebajar esos quilitos.
Con la nueva ley antitabaco nos creemos que hasta dejaremos de fumar (en mi caso y por suerte, no fumo, ni fumaré ni nunca he fumado).
Con en nuevo arranque de cuatrimestre y de periodo de exámenes clamaremos al cielo que esta vez empezaremos a estudiar antes o nos organizaremos mejor o, simplemente, tendremos ls apuntes al día.
¿A quién queremos engañar? Nunca hacemos ni podremos hacer lo que pensamos... si no, ¿para qué estarían los comienzos de año si cada año se hace realidad lo que hemos deseado? Se acabarían nuestras peticiones entonces.
Recuerdo que la madrugada del 1 de enero fue con los amigos a lanar al mar las peticiones que escribimos en una carta. Una carta dirigida al mismo mar. ¿Creen ustedes que el propio mar podrá hacer realidad esas ilusiones?
Yo (cómo no) pedí lo de todos los años, pero lo siento, no lo diré aquí porque si lo revelase no se haría realidad.
(nótese algo de ironía en mis palabras, aunque no sé hasta qué punto)

mala persona

Soy una mala persona que se refugia en la música heavy para evadirse. Soy una mala persona que no sabe enfrentarse a sus problemas. Soy una...