jueves, 28 de abril de 2005

¿Un cuento de hadas?

Erase una vez, un príncipe y una princesa que vivían en un castillo encantado. No existía bruja alguna, ni hadas, ni magos... El príncipe nunca había sido rana ni la princesa había sido cisne. ¿Cómo conseguían seguir unidos en el cuento? Porque simplemente, es sólo un cuento.
Pero al cabo del tiempo, apareció una rana, y dos, y tres, y miles... y la princesa se dio cuenta de algo, pero no sabía exactamente qué era eso que le rondaba por la cabeza.
Hasta que un día lo supo: su príncipe azul no era tal (o sí?), debía buscar más.

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INCOMPATIBILIDAD DE CARACTERES

Setenta veces siete, lo intenté, si me largo para siempre es porque no puedo más no tengo nada que perder, sólo el miedo a la soledad, me temo que esta vez es el fin.Adiós amor, adiós mujeres, puede ser un caso de incompatibilidad de caracteres.Cada vez que digo que sí ella, en cambio, opina que nosiempre que prefiero dormir ella insiste en hacer el amorsi la engaño con una rocker ella me la da con un morecada vez que yo ligo un poker ella lleva escalera de color.Cuando le digo de salir ella dice "ni pensarlo, hogar, dulce hogar"canto algo de Bob Dylan y protesta ¡maldición!, su rollo es el valssi me excita el sesenta y nuevo, me grita que era un cuarenta y dosSiempre que en mi piso de Tabernillo llueve en su buardilla brilla el sol.Adiós amor, adiós mujeres, puede ser un caso de incompatibilidad de caracteres.Cuando me mudé al Albaicín ella en Sulaba piensa que nosi coreo el "ala Madrid", me responde "Atletic campeón ¡Visca el Barça!" cuando doy un paso adelante ella da dos pasos atrássi ando loco por una amante, me echa un poco de bromuro en el coñac.Siempre que la poli a apresarme me lo impide un repentino ataque de tostrato de dejar de fumar y por mi santo me regala un cartóncuando de repente la olvido jura que se muere por mísiempre que por fin me suicido, acto seguido le entran ganas de vivir.Cuando de repente la olvido jura que se muere por mísiempre que por fin me suicido, acto seguido le entran ganas de vivir.Un, dos, tres, Incompatibilidad de caracteres, inc

domingo, 24 de abril de 2005

¿Noches de bohemia y de ilusión?

Impotencia, eso es lo que siento. Aunque... ¿seguro que es impotencia? Mmmm, no. Yo mejor lo llamaría imbencilidad, inutilidad (no sé si existen en el diccionario, pero ahora mismo la verdad es que me da igual... más o menos se da a entender, no?).

Ale.

miércoles, 20 de abril de 2005

Cómo pasarte 12 horas en la facultad y no morir en el intento

Que me digan cómo una se puede pasar doce horas seguidas en la facultad y no morir en el intento... Yo he sobrevivido. Bueno, y L también (siempre corremos la aventuras juntas).

Te levantas a las seis de la mañana, coges el metro a las siete y catorce tras pelearte por encontrar un hueco para "depositar" tu auto y olvidarte de él durante unas cuantas horas. Llegas a la facultad y... ¿desayunamos, no? El profesor llega tarde. Cinco minutos, diez, quince... finalmente una chica pega un cartel en la puerta del aula. Todos (conjuntamente) la miramos con cara de sorpresa/admiración/suplicio. ¿Qué pondrá en ese cartel? nos preguntamos todos. Pum! Para nuestra sorpresa, no es que el profesor no vaya a venir a clase, sino que llega tarde. ¿Y eso qué significa? Pues nada. A esperar como 'bueno alumnos' que se sientan encima de las mesas y debaten sobre sexo cibernético (sí, dije sexo cibernético. Es un buen tema para empezar la mañana, no?).

Una hora y media después aparece el profesor ('elidiremos' el por qué de su retraso). Esto son las nueve y media. A las once menos cuarto ya nos tira de clase. ¿Qué hacemos? A la cafetería, por supuesto. Allí pasamos la mayoría de las horas. Si realizasen una encuesta advertirían que el 90% del alumnado universitario pasa más horas en la cafetería de la facultad que en su propia casa o en clase. El resto del tiempo, por supuesto, lo dedican a dormir. Pero como un buen profesor del colegio dijo un día: "las encuestas no sirven para nada, no representan a nadie y se equivocan al 110%".

A partir de ahí mi día se ha desarrollado en la cafetería, particularmente en dos mesas. ¿Qué era lo que me movía a estar allí durante el resto del día, cuando tenía la posibilidad de irme a mi casa? No lo sé, es una de las cuestiones más trascendentales de la vida universitaria. Aquí podría compararlo con el amor. Si se pudiera explicar con palabras 'verbalizadas', no sería tal, se acabaría, ya no sería amor.

Una vez te das cuenta de que tienes que volver a la cruda realidad, todo se viene abajo. Todo se hunde, todo tiene prisa, todo sucede a la vez. ¿Por qué? porque la facultad nos sirve de cobijo ante las obligaciones que tenemos que desempeñar fuera de ella.

Es entonces cuando, dentro de la facultad, podríamos decir al mundo que... esto es vida.

martes, 19 de abril de 2005

Quid pro quo

No sé porque hago esto. No lo entiendo. Siempre he sido una pésima escritora, pero sí una pensadora nata. Umberto Eco dice en su artículo "¿El público perjudica a la televisión?": "[...] el test de comprensión a través de verbalización puede hacer creer que se ha cmprendido poco cuando se ha comprendido bastante, o que se ha comprendido todo cuando no se ha comprendido nada [...]", y tiene toda la razón. Tantas ideas tenía (y sigo teniendo) en mi cabeza y no sabía como exponerlas, que sólo me quedaba (aunque no creo que cambie mi dinámica del juego nunca) callar, pensar para mí, analizarlo para mi yo y sacar conclusiones del las cuales sólo mi subconsciente era conocedor.
Mi objetivo al crear este weblog no es el de que mis amigos, compañeros, conocidos lo visiten y sea tema de conversacion, burla, mofa. El pretexto de por qué he empezado y me he sumergido en todo este universo virtual es simplemente el de lanzar preguntas al aire. Muchas veces en nuestra vida necesitamos desahogarnos, pero no queremos preocupar ni herir a las personas de nuestro alrededor: ¿qué mejor manera de hacerlo que escribiendo?. El único invonveniente es la vagueza (llámese también perrería) que me inundó hace muchos años (creo que muchas personas nacimos con esta virtud). Una "perrería" para escibir y expresarme con 'palabras escritas'. ¿Cómo me han ayudado los años y la tecnología ha superar esto? Pues simplemente adquiriendo más experiencia en la vida (aunque no niego que me falta mucho por recorrer de ella) y, sobre todo, creando uno de los instrumentos que han hecho historia: el ordenador. No sabéis lo cómodo que resulta este instrumento de la vida cotidiana.
No escribiré todos los días, pero sí aquellos momentos que lo requieran. Aquellos que den de qué pensar, reflexionar, meditar. Días especiales tanto en lo bueno como en lo malo. Intentaremos desahogarnos para la mejora de una vida. De mi vida, y supongo que también de los que a mi alrededor se mueven.
Será un quid pro quo.

mala persona

Soy una mala persona que se refugia en la música heavy para evadirse. Soy una mala persona que no sabe enfrentarse a sus problemas. Soy una...