Armadas de gloss y sombra de ojos, por supuesto. Siempre a la última moda, estas jovencitas se pasean por el "instituto" como si de una selva se tratara. Tacones, vestidos, collares, diademas, pendientes de corazón de múltiples colores... ¿de verdad llevarían a ver una película de estas características a su hija? Menos mal que el transfondo del film "Bratz", que es de lo que se trata este post, reside en la unión de cuatro chicas que luchan por su amistad por encima de todo.
Se preguntarán qué carajos hago viendo la peli, pero es lo que hay. Raritos o "idos del ala" si prefieren denominarnos así (pero que conste que no somos los únicos). Pues allá nos adentramos. Las 18:30 h, mi amigo y yo intentando camuflarnos mientras recorríamos los pasillos para llegar a la sala (nos faltaban las gafas de sol). Llegamos un poco tarde, la película estaba ya en los créditos iniciales. La sala especialmente llena (¿qué pasa por el cerebro de las quinceañeras?, me gustaría saber). Nos sentamos y, a partir de ese momento, comienzan las risas.
Recomiendo la peli para aquellos que estén decaídos una tarde cualquiera. Las secuencias al principio son algo confusas y no tienen mucho sentido. Después la cosa se apaña y al final ves triunfar la amistad de cuatro chicas por encima de una mala-malísima a lo Paris Hilton. Por supuesto hay glamour, identificación con los personajes (si alguna vez habéis estado en un instituto estadounidense) y amor.
En fin, una fricada como cualquier otra para una tarde cualquiera. A la salida recomiendo o salir de los primeros para que nadie os vea o salir los últimos. En nuestro caso elegimos un mix, quicir, que salimos medio agachados y comprobando que la media de edad de la sala era de 13 años: madres con hijas de 11 años, quinceañeras en grupillo (¿para ver a sus ídolos?), poca gente crecidita y nosotros, con una media de edad entre los dos de 23 años y medio.
¡¡¡¡Amigas para siempre... uuuuoooohhhhhh!!!!
