sábado, 29 de julio de 2006

Jimmy Glass Pub

Anoche salimos por el Carmen. Se me ocurrió la idea de ir al pub de jazz que hay en la calle baja. Realmente no recordaba su nombre. Sólo sabía que estaba por esa zona, que siempre que había pasado por su puerta había vuelto mi cabeza hacia su cristalera, para cotillear los asistentes que dentro disfrutaban de jazz. Sentados en las mesas rojas mientras las paredes negras los recogen de sus charlas. Siempre había querido ir allí, por probar, por ver cómo era un pub de jazz. Siempre había querido ir pero o no encontraba el momento o el momento si lo tenía pero no la compañía. En fin, que al final te arrastré, Ana, y a Rafa también.
Me gustó. No era lo que me esperaba pero me gustó el Jimmy Glass Pub. Un poco antro pero oscuro como debe ser un pub de jazz a mi parecer. Demasiado volumen de voz para poder escuchar la música, que más que nada parecía simple hilo musical de los centros comerciales. Hoy me he metido en Google y he buscado más. Tenía que haber más sitios donde poder sentarse a tomar algo, a charlar simplemente mientras disfrutas de jazz. Los encontré. En clave de jazz está en la C/ Historiador Claudio Sánchez Albornoz nº 6 (junto a la plaza Xúquer) y La Linterna Jazz Café, en la C/Linterna nº11 (junto al final de la calle San Vicente con la Plaza del Ayuntamiento). Ya tengo dos destinos más que visitar. Espero que alguien quiera acompañarme. Espero que a Ana y a Rafa no les desagradase mucho el Jimmy Glass.
Son cosas que espero que otra gente vea en mí. Es difícil de explicar. Hace tan sólo un momento lo tenía muy claro en mi cabeza y ahora mismo no encuentro la coherencia suficiente para explicarlo. El otro día tuve la misma sensación al ver el libro de Zoé Valdés, Bailando con la vida. Sé que nadie me lo regalará nunca porque nadie sabe que me gusta esa escritora, por ejemplo. Son cosas que o las hace uno y se las compra, o al decirlas pierden su encanto. Y ya no sé a cuento de qué venía este último párrafo, jop.
Por cierto, tampoco nadie sabía hasta ayer que desde pequeña he deseado tocar el saxo y que siendo también pequeña, mientras veía películas junto a mis padres (películas ahora denotadas con la denominación de "antiguas" y "raras", ya escuchaba alegremente y movía los dedos al compás de una música que no tenía partitura.

caótica

Érase una vez un pez llamado Dory, con tan poca, poca, poquísima memoria que cortándose las uñas de sus manitas, olvidose de la uña más pequeñita: el meñique.
Otra historia, esta vez del diálogo de la película El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante, de Peter Greenaway.

- Aquí podrías pasarte la vida entera leyendo.

- Desde luego, dos vidas enteras. La tuya y la mía.

- ¿Eso es lo que me espera?

- No.

- ¿De qué sirve tener tantos libros? No puedes comerlos. ¿Cómo te hacen feliz?

- Siempre me parecieron sensatos. No cambian de opinión en cuanto te descuidas.

- Pues a mí me parece un inconveniente [risas]. Bésame.

miércoles, 26 de julio de 2006

Barna

Bar,
Barce,
Barcelonais,
Barcelonaiswonderful.
Ese es el lema de la camiseta que me compré (más bien no la pagué yo) en una tienda en las Ramblas. Graciosa la idea, ingeniosa más bien. Hay que agudizar el ingenio para captar adeptos guiris que compren. Claro, como visitamos en esta ocasión el extranjero... (ji, ji). Mucho caló, demasiado. Pillamos época mala para visitar una ciudad donde hay más humedad que habitantes. Pero la pela es la pela y el "acopleison by pepsi" es el acomplamiento en casa de un hermano. Es lo que tiene. Pero pocos días para tantas cosas. El Camp Nou lo visitamos dos veces: el primer día lo habían cerrado ya y hoy por la mañana nos lo hemos recorrido de pe a pá. Había que rentabilizar los 11 euros de la entrada. Con ello tenías derecho a paseo por el museo donde te restriegan tooodas los trofeos conseguidos y toooda la historia del club; un paseo más o menos guiado (por cartelitos nada más) dentro del campo: sala de prensa, palco, vestuario, césped, etc; otro garbeo por la tienda oficial del F.C. Barcelona que, casualmente, era donde desembocabas como colofón a la visita; y una sentadita en una sombra de algún pino de los alrededores.
El día de en medio (fuimos tres días de los cuales dos medios nos lo pasamos en el tren) nos recorrimos Ramblas hacia abajo, pasando por la Pedrera, la casa Batlló y de ahí a la Sagrada Familia. Una hora y pico bajo ese sol de justicia de cola para entrar a verla por dentro. Mira qué bien, ya tenemos una excusa para volver cuando el sol deje de trabajar, allá por octubre. El recorrido por el barrio gótico fue ameno. Aquello parecía el mismísimo barrio del Carmen de Valencia. Me sentía como en casa. Café en el Starbucks de la calle Ferran, Plaza de la Reial (una plaza mayor de una Madriz cualquiera) y desembocadura en las Ramblas con final en la estatua de Colón. De por medio, decenas de mimos con los que te partías de risa. Muchas cosas vistas por encima y muchos cosas que hay que visitar. Demasiado calor de por medio. Salías de la ducha y automáticamente ya sudabas. Increíble. Al llegar a Valencia hacía un fresquito más bueno... a ver si dura, a ver.

sábado, 22 de julio de 2006

I say a little prayer for u

The moment I wake up
Before I put on my make-up
I say a little prayer for you
While combing my hair now
And wondering what dress to wear now
I say a little prayer for you
Forever and ever
You'll stay in my heart
And I will love you
Forever and ever
We never will part
Oh how I love you
Together, forever
That's how ir will be
To live without you
Would only mean heartbreak for me
I run for the bus, dear
While riding it think of us, dear
I say a little prayer for you
At works just take time
And all through my coffe break-time
I say a little prayer for you
Chours
My darling believe me
For me ther ir no one
But you
Please love me too
I'm in love with you
Answer my prayer
Chours

BSO - My best friend wedding

jueves, 20 de julio de 2006

Acordes


Un veranito algo insólito. Por fin termino de trabajar y me embarco en unas vacaciones que, siendo merecidas o no, serán unas vacaciones lindas. Mañana pasaremos un día en Cullera visitando lo que más me gusta: la playa. Creo que es uno de los lugares en los cuales me suelo perder. Dejo vagar mi mirada e incluso mi pensamiento mientras mis ojos tan sólo miran hacia el horizonte, hacia ese sol o esa luna que asoma por encima de una supuesta línea de horizonte.
El lunes cogeremos el tren e iremos camino de Barcelona, a casa de mi hermano. Estancia gratis (al menos). Es lo bueno de tener un hermano que no se queda quieto en Valencia. Tenemos programado otra estancia en la ciudad de Alicante, pero estoy a la espera de que mis acompañantes y yo lleguemos a un acuerdo sobre la fecha de partida. Por lo demás, no creo que haga más viajes. ¿Por qué? Sinceramente no lo sé. Viajaría contínuamente, a lugares estrambóticos, pero la realidad del día a día me para algo los pies, o puede que sea simplemente otra cosa.
Pero sobre el verano, está siendo algo insólito en cuanto a actividades. Mañanas en la playa, tomando el sol menos yo, ya que mi piel parece recubierta de forma innata de alguna crema protectora que hace que por más que me ponga bajo el sol siempre permanezca leche; tardes en el trabajo o en el cine; noches viendo una peli en casa o jugando a los dardos en el pub. Nada que ver con el año pasado. Al menos este año hacemos más movimiento. No sé, me gusta cómo se está desarrollando. Falta gente y, en cambio, también hay gente nueva. No sé, serán delirios de la noche. No sé por qué he escrito este post cuando realmente no tenía nada sobre qué hablar.

lunes, 17 de julio de 2006

Doctor en Alaska

¿Cuál es el sonido de una mano que aplaude? Yo opino que ninguno. Si no hay dos manos, no hay aplauso. Es muy simple. Estrellas, galaxias, aplausos. ¿Qué quiere decir? Quiere decir que todos necesitamos a alguien. Seas una constelación o un protón, un Yin o un Yan, todos relacionados con todos. Como Romeo y Julieta, el pescado y las patatas, Tomy y Jerry, Epi y Blas, caballos y vaqueros, Marco Antonio y Cleopatra.
– Chris Stevens desde la K.OSO (Doctor en Alaska 1990)

miércoles, 12 de julio de 2006

Ermitaña


A veces, sólo por algunos instantes o algunas décadas, me gustaría ser un ermitaño y refugiarme dentro de mí, o de él. Pero no con nadie más. Olvidar el pasado, el presente y ser consciente que el futuro es nada. Me encantaría ser, a veces, un poco más rara y adentrarme en mis pensamientos, no dejar que nadie rebusque en ellos y que nadie, nadie me haga daño.