Mientras escucho por la radio la canción aquella que dice: "don't worry, be happy" siento... siento que tiene razón. Sí, la canción tiene razón. Pero por dios! dónde hemos ido a parar. Si yo era la más optimista y la que siempre va con esa frase en la boca: "don't worry, be happy". ¿Qué me pasa entonces?
Pues eso, no se que me pasa pero anoche tome una decisión. Mientras hablaba con una buena amiga por el messenger me fui dando cuenta de que quiero olvidarme de todo. Sólo necesito vivir y tirar pa'lante. No puedo pensar en todo a la vez porque si no me volveré loca (como ya me estaba pasando).
Hoy ha sido un día perfecto. Levantándome en la habitación de mi hermano desde la cual he visto (casi) amanecer y después de una ducha increíble, he cogido el coche y me he lanzado a la carretera, por un sitio no muy usual para mí pero que cada vez va siendo mi recorrido preferido: la carretera camino del Saler, pasando ese túnel impresionante de la Ciudad de las Artes y las Ciencias a toda hostia con el coche y acabando en el viejo cauce del río Turia, entre palmeras, pinos y chopos. Impresionante. Hoy es un día radiante.
Puestas mis gafas de sol y la música sonando en el coche, me sentía renovada (ha habido un momento que estaba cantando con mi mano derecho a modo de micro). Estoy a las puertas de la época de exámenes pero no estoy agobiada. Es más, me permito el lujo de pasarme horas muertas en el ordenador navegando por Internet (ya veréis la semana que viene, que volveré a comerme las uñas).
Echo de menos a mi niño pero supongo que es cuestión de tiempo adaptarme a su nuevo trabajo y a su nuevo horario. Ahora, cuando nos vemos, la relación entre nosotros es más profunda. Mimamos mucho más nuestros actos. Aunque me da rabia que la gente no entiende cómo me siento ante esta nueva situación. Sólo tengo que acostumbrarme, nada más.
Y eso. Nada más. Quisiera olvidarme de todo lo demás (aunque supongo que esto lo digo hoy y mañana no lo haré) y cuidarme, eso sí.
Voy a ver si sigo perdiendo el tiempo. Estoy en la facultad desde las 14:30 horas y son las 16:44 horas. ¿He dado alguna clase? No. Ninguna hasta las 18:30. Seguimos recordando viejos tiempos, jaja.
Voy a seguir perdiendo el tiempo... o aprovecharlo.
6 comentarios:
Zoe!!! Te quiero ver todas las manyanas con la cara lavada por las laganyas que tenias de tanto dormir. Y asi de contenta, hombre... Por Dios, si estuviese ahi ya te hubiese soltado un sopapo. Un beso mu grande y suerte con todo!!!
jajajajajaja :P
Un besito para tí también. Te echo de menitos,jo. Echo de menos tus diademas y tus estuches de los chinos, jeje.
(Gracias)
Yo tambien echo de menos mis diademas, dado que ya llevo como dos o tres rotas. Y por aqui no venden, jo! ¿Me estará creciendo la cabeza?
Supongo que con todo lo aprendido en Lyon... ei... puede, no? Todo es posible.
¿Rotas? Mira que eres bestia. ¿Cómo puedes cargarte una diadema de los chinos? Jajaja
muchacha, me ha gustado tu post. no sé cómo de optimista eras antes, pero debías de ser la ostia, porque yo te conozco desde hace sólo 4 meses y alucino siempre con la alegría que irradias.
me encantas, zowita ;-)
Son por estas cosas por lo que cada día te quiero más.
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