Después de una semana en Valencia, vuelta all'Italia, estancia en Milano, retraso en el tren, muerte por calor en Bologna, y unas tripas rugiendo cual leones feroces, me encuentro con que mi bici ya no existe. O mejor dicho: existir, lo que se dice existir, existe, pero en manos de "otro". Mi bici pasó a manos extrañas, sin frenos y con una cadena que valía dos euros más que ella misma.En fin...
Cómo voy a creer que el horizonte es la frontera, que el mar es nadie, que la noche es nada...
jueves, 8 de mayo de 2008
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mala persona
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5 comentarios:
Ya lo siento, reina, pero qué mala leche, con lo baratillas que van esas bicis...claro que tampoco es que os puedan pedir una fortuna por ellas...para el tiempo que te queda allí no merece la pena comprarte otra...ejem, ejem, hay otras opciones...jejeje!!
Y la historia de Lamberto Maggiorani se repite jajaja
A mi no me engañas, Eminem no habla italiano... Eminem rapea oh yeah
No puedo evitar sentir cierto sentimiento de culpa. Al fin y al cabo yo era una suerte de custodio de tu bici. Tu planta también ha sucumbido a mis cuidados. Pero qué podía hacer yo? Estaba deprimida… como todo en esta casa.
Traditore!!! No me extraña que mi pobre planta se muera... la psicologia inversa en este caso es directa. "Te vas a deprimir en esta casaaaa, uhhhh"... :'(
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