De vuelta de las vacaciones mentales... he tenido que poner orden a mi vida (ah! ¿pero es que no se había puesto sola?) y mira... he estado ordenando mi habitación, que ya le hacía falta una manita de limpieza general.
Pufff... ¿cómo puede alguien acumular tanta... tanta... tantas cosas? Pues ante vosotros tenéis a una persona que, aunque parezca lo más ordenada, limpia, etc. del mundo... no lo és. En el cole tenía fama de ordenada, de hacer siempre los deberes, de tal, de cual... nooooooooo. ERROR!!!
Soy desordenada y tengo todo hecho un desastre y lo mejor de todo es que me da igual. Vivo con el desastre entre las venas. Mis ideas también son un desastre. No se aclaran ni debajo del agua. Bueno, no, mentira cochina, la verdad es que mientras nado es el único momento en que todo mi cerebro se vacía de polvo y veo las cosas claras: es mi momento de relajación. Mi madre está continuamente gritándome para que recoja mi ropa, mis papeles, mis libros, mi todo.
Tampoco sé exactamente lo que quiero. Muchas veces pienso una cosa y al momento pienso lo contrario. No me aclaro!!! No quiero comer pero en cambio tengo hambre y cuando comienzo a comer, vuelvo a no tener hambre. ¿Cómo se come eso? (y nunca mejor dicho)
Volviendo al tema del que hablar, vendo papeles, libros y tonterías... bueno, los libros mejor los presto, si los vendiese estaría vendiendo un cachito de mi alma. Dios mío... es que mi habitación es lo más parecido a una leonera... qué casualidad que sea Leo, ¿no? Jajaja, acaban de decir por la SER (uno de los colaboradores de La Ventana) que como buen Leo que es está medio constipado con la llegada del otoño y el frío. Si es que somos gente de sol, ché.
PD: que sepáis (a algunos) que os echo de menos (bastante, más de lo que os imagináis).
PD2: alguien puede dar fe de mi desastrosa y desordenada locura... que hable!!!
PD3: con todo este lío me viene a la mente una canción... Perdido en mi habitación, con todo al revés, me paso las horas sin saber qué hacer