Y es que resulta que tengo un pez (rojo) dentro de mi cerebro, nadando en círculo como si aquello fuera una pecera de esas de cristal redondas (¿existe alguna pecera que no sea de cristal?). El caso, lo he descubierto.
Hay una pelota muy muy muy pequeña dentro de mi cabeza. Ahí, en medio. Entonces el pez rojo (debe de ser una carpa, como las que tenía yo en mis tiempos mozos en una pecera -rectuangular y de crital- en mi habitación y de la cual saltaban los peces, suicidándose, claro. Pero eso es otra historia...), pues eso, que el pez rojo da vueltas y más vueltas, y cuando en una de esas choca contra la pelotita... ¡PUM! me surge entonces la idea que estaba intentando acordarme durante minutos. ¿Tan simple es mi cabeza?...
8 comentarios:
Claaaaro Zoe, claaaaro...
jajajajajaj qué cabrona. Ei, pues la coña ya dura más de una semana...
Ahora me llaman Dory (bueno, ahora y antes, jaja)
Curiosa visión del recuerdo, quizás ese pececito rojo sea tu... ¿conciencia? y solo choque con la pelota cuando a él le interese.
mira, no lo había visto desde ese punto de vista...
Jajajajja Mmm, parece que es más común de lo que pensé. Presento el mismo mecanismo dentro de la cabeza, oh Zoein... ¿será que es un patrón inequívoco de todo comunicóloco? Sí, ¿loco?
jajajaja puede puede
Me ha llegado a Bloglines un post con mucha fuerza, mucha rabia. Pero al llegar aquí no encontré nada :(
Me gustaba.
Jajajajajaja
PD: lo volveré a colgar
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