A y Z compran en la gasolinera del pueblo un paquete de pañuelos, dos paquetes de papas y una chocolatina. Mismo día. Hora: 20:00 Ambos van a casa de Z para cenar allí. Estando en la cocina y ojeando un catálogo de muebles, Z va inventando su casa, en su imaginación, en su cerebro. Dibuja líneas, colores... A le pega un capón y le hace despertar de la ensoñación en la que se mecía. Mientras, han caído los dos paquetes de papas y una de las chocolatinas. 20 febrero. Hora: 13:00 Z intenta recordar dónde se quedaron el pack de seis paquetes de pañuelos que ayer compraron en la gasolinera. En su mente, un manto gris. Esa parte desapareció de su memoria (USB). Mismo día. Hora: 18:15 En una carretera perdida, Z recrimina a A el lugar donde los paquetes de pañuelos se quedaron. A empieza a reír. Le grita. Los pañuelos están debajo del asiento del coche. Ambos rién, se descojonan... M, que estaba detrás observando la escena, ríe y no sabe por qué. 19 febrero. Hora: 19:35 A propone dejar el paquete de pañuelos debajo del asiento del coche. Z se opone. Le dice que olvidará que están allí. Que se volverá loca buscándolos... Y en efecto, Z tenía razón:
Olvidó que se hallaban debajo del asiento.
5 comentarios:
Jijiji.... Se ve que de la A hasta la Z hay mucha FLUIDEZ EMOCIONAL, que funciona mejor que la SEMIÓTICA DE LA COMUNICACIÓN.
Pero quien de los dos es el que está resfriado? :P
Supongo que habrás sido tú, Rad, la que ha suprimido dos comentarios, no?
Sí, sí. en efecto la fluidez emocional va a toda hostia... y menos mal! si no esto no iría ni pa'lante ni pa'trás.
PD: "A" tenía algunos "moquitos" propios de un resfriado que ni llega a ser resfriado, sino más bien por culpa de estos aires que ahora nos acechan con tan mala hostia.
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