No sé lo que tienes pero cuando hablas mis sentidos se paralizan. Hay mucho de razón en lo que dices. Sería estupendo conocer, o puede que no. Puede que sólo admire tu personaje, tu mirada a través de la pantalla del televisor. Siempre busco tus quehaceres porque en ellos tienes toda la razón.
El verano llegó y con él las vacaciones y los adioses. Yo espero que sólo sea un hasta luego, un hasta pronto, porque me he acostumbrado a ti y no me gustaría estar mucho tiempo sin volver a verte. Me dolería que encendieras el televisor buscando otra cosa y que tuvieras que apagarlo porque nadie te la ofrece. Nos vemos no sé cuándo, pero sé que sucederá porque la vida sigue y el mundo da muchas vueltas.
El loco de la colina
Soy un sonámbulo, voy a sobar, todo cuanto aprendí lo aprendí en las sábanas. No hay frontera más apasionante que un liguero. El Estado era sólo una taberna. ¿Quién había dicho que las despedidas tenían que ser breves? Ya no tendré que ir a los cócteles. A la hermana de Borges la metieron a la cárcel los peronistas y escribió a su familia: “La cárcel es muy desagradable, pero tiene algo bueno, no hay que ir a los cócteles”. Ya no queda ni un puto gramo de arena en el reloj. Si queréis que vuelva silbad, capullos. Me voy con un cuero de cabra para llenarla de agua.
El loco de la colina