domingo, 25 de junio de 2006

Fiebre del sábado noche

Sábado noche, 4:21 am, mientras me balanceo...
Hacía más de un año (o casi dos) que no me ponía así. Así de chupitos y demás condimentos alcohólicos quise decir. Si es que no puede una trabajar en un sitio donde se hace una sangría con 30 sobres de azúcar... que todo se pega, ¡hombre! Sigo pensando que los borrachos no mientes y mietras trascurría la noche se me iban ocurriendo argumentos e ideas que escribir en algún futuro post (este). Porque escribiendo esto, sentada ya (por fin) en mi cama, sigo yendo un algo "ciega" de cocktails del pub de siempre y de sangría casera. Éramos cinco y pagámabos una ronda de cocktails cada uno. Quise pedir un Manhattan, pero opté por un México, por ejemplo, finalizamos nuestra velada con una jarra de Mojito. Sellé mis labios en el vaso de chupito. Por favor, no intenten meter sus labios dentro del pequeño vaso de chupito porque les pasará lo que a mí, que harán presión y su boca no saldrá de allí. Con el vaso colgando pude despegar el vaso, con la seguida escampada de líquido sobre mis pantalones (íbamos por la cuarta jarra). Homenajeé al cockteail Bloody Mary
(íbamos por la segunda jarra) y degustamos chupitos de batido de chocolate con nata. Bebimos de un trago (sin manos) y brindamos por SIFO y por los que se apuntan al gimnasio y ¡van!
Mientras todo esto pasaba las ideas fluían por dentro de mi cabeza como coches de Fórmula 1. Pensaba en aquellos que no dieron un duro por nuestra relación, porque gracias a ellos sigo adelante en mi cabezonería constante de demostrar al público algo totalmente contrario a los que ellos piensan. Gracias también a aquellos que me cuidaron en su día porque gracias a ellos estoy viva. Gracias a los que me tildaron de apelativos inmundes, bajo la máscara de la infancia cruel, porque gracias a ellos tengo y he tenido un poquito más de tormento. Gracias a los que me dejaron para que yo continuara una vida (¿mejor?), porque ahora que os veo pasar por mi lado no siento ya nada. Gracias a los que me dijeron en su día (creo que son los mismos que el punto anterior) que no os caía bien, porque gracias a vosotros he descubierto personas infinítamente mejores que todos vosotros. Gracias a aquellos que me llamaban "rara" cariñosamente. Gracias a los que me dijeron que les había alegrado el día, a los que me dicen "gracias" con una sonrisa entre los labios. Gracias por decirme "te quiero", gracias por exisitir.
Pensaba muchas cosas más, pero en mi estado habitual de "memoria pez", no recuerdo ahora las palabras exactas con las que confeccioné un posible post mientras me tomaba uno de los cinco cocktail, que por cierto, vino el dueño del pub y confeccionador de los cocktails (amigo nuestro) y nos tachó de locos porque el nivel de alcohol de las bebidas que estábamos pidiendo. Ei, aún me queda algo de cordura dentro de mi embriagadez para escribir cuatro palabras mal compuestas... oohhhh...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja menudas reflexiones de sabado noche, gracias por mostrarnos ese torrente de sinceridad.
Tienes razón; hay momentos en la vida en los que por circunstancias vas colocando a la gente que te rodea en un sitio u otro, es toda una ventaja a la hora de saber quien merece la pena y quien no, por lo que leo tu ya tienes esto bastante claro.
Saludos!

Anónimo dijo...

Si, bueno. Más o menos aunque siempre hay alguien que te da alguna sorpresa ("... sorpresas te da la vida, ay no... ") Jajaja, la verdad es que esa noche iba algo pelotazo. Creo que sólo me he puesto así dos o tres veces en toda mi vida. Ayyy, menudo fin de semana. Nos lo pasamos bien, jejeje.

mala persona

Soy una mala persona que se refugia en la música heavy para evadirse. Soy una mala persona que no sabe enfrentarse a sus problemas. Soy una...