martes, 24 de abril de 2007

Cómo tirar la juventud por la borda

...y no ahogarse en el intento.

Comprendamos y afirmemos que las canciones pegadizas pegan, pero pegan más bien los auriculares a las orejas y las manos al culo; la lengua a otra lengua y nuestra adolescencia sale en patera. Las niñas no son lo que eran y las barbies dejaron de existir. Ahora llega la Re de la revolución de las mini faldas (aquellas de los años 60) pero en versión mini-sport. La gente quiere rejuvenecer y gustar a la misma audiencia que hace una décacada y las punteras son Madona, Anita Obregón (caso a parte) y lo que nos concierne ahora, Avril Lavigne.
Avril tiene un año más que yo (es del 84) y, en cambio, pueden comprobar estupefactos cómo luce un tipito de niña adolescente en su nuevo videoclip. Puede que ella viva en el País de Nunca Jamás, pero más bien diriá que vive en el mundo de las arpías. Aquellas que quieren quitar los novios a la tonta del instituto. Porque claro, Avril y sus amigas son más guays que nadie y triunfan por encima del glamour de Paris Hilton. Con una retórica difícil de olvidar ["Hey, hey! You, you! I don't like your girlfriend. Hey, hey! You, you! I think you need a new one..."], en la canción con el ingenioso títutlo de Girlfriend, Avril aclara al chaval que le gusta que la novia que tiene ahora no le conviene (la del chaval, claro, no la de Avril) ["Better yet make your girlfriend disappear. I don't want to hear you say her name never again..."] y que, en cambio, ella misma sí es un buen elemento que llevarse a la cama ["In a second, you'll be wrapped around my finger..."].
Podéis adivinar cómo acaba el cuento: Avril se queda con el chico y la otra se come los mocos por ser fea, anticuada y llevar gafas. Así es la vida en los campus universitarios estadounidenses y, cuando no, te meten un tiro.
Atención a la frase de "I'm the mother funcking princess" que en la versión que os paso a continuación ha sido ligeramente borrada del mapa. Eso sí, nadie negará que cuando se escucha esta canción, tu cuerpo comienza a moverse cual personajes del film 'Full Monty' en la cola del paro.

Si tienes curiosidad por leer la canción entera, pincha aquí.

viernes, 20 de abril de 2007

20 de abril del 90

Hola chata, ¿cómo estás? ¿Te sorprende que te escriba? Tanto tiempo es normal. Pues es que estaba aquí solo, me había puesto a recordar, me entró la melancolía y te tenía que hablar.
¿Recuerdas aquella noche en la cabaña del Turmo? Las risas que nos hacíamos antes todos juntos. Hoy no queda casi nadie de los de antes y los que hay han cambiado. Han cambiado, sí.
Pero bueno, ¿tú qué tal?, di. Lo mismo hasta tienes críos. ¿Qué tal te va con el tío ese? Espero sea divertido. Yo la verdad, como siempre. Sigo currando en lo mismo, la música no me cansa pero me encuentro vacío.
Bueno pues ya me despido, si te mola me contestas. Espero que mis palabras desorden tu conciencia. Pues nada chica, lo dicho. Hasta pronto si nos vemos. Yo sigo con mis canciones y tú sigues con tus sueños.
Hasta que me la cantaste por e-mail, esta canción no era más que parte del repertorio de uno de mis grupos favoritos. Fue bonito mientras duró, pero mejor fue lo que vino a continuación. Siempre pensé que la vida volvería a juntar nuestros caminos... y no me equivocaba. Gracias ;)
Para esuchar la canción pincha aquí

martes, 10 de abril de 2007

el jefe de todo esto

Lars von Trier nos sorprende después de varios dramas, con esta comedia carismática donde hace una ardua crítica al mundillo empresarial, a la falta de humanización dentro de una empresa grande. El film deja constancia del tono más realista de la historia de este grupo de trabajadores que se ven manipulados por un supuesto jefe (de todo esto) que nunca han tenido el gusto de conocer.
El director danés nos acompaña durante el relato explicándonos cómo se va sucendiendo la comedia al más puro estilo clásico, a través una (su) voz en off, mientras contemplamos los únicos planos de situación (los del exterior del edificio) que tendrá el film. Asimismo, el desencuadre de planos y la falta aparente de continuidad entre algunas escenas nos hace ver que estamos ante una peli de él.
Pero dejando de lado lo aparentemente técnico del film, Von Trier nos enseña algo que todas las personas sabemos pero que parecen que se nos ha olvidado: que todo podría ir mejor si nos olvidásemos de ser tan codiciosos, ya no en la vida empresasrial, sino en nuestras relaciones diarias. Que este mundo sería distinto.
Porque una cosa es evidente, y es que esa avaricia y esa soberbia empresarial la extrapolamos a nuestras relaciones interpersonales. Debemos ser capaces de valorar a nuestro vecino y un jefe, al que está por debajo de él, como algo más que un instrumento de trabajo. De la misma forma que un buen ambiente deriva en buenos resultados empresariales.
En fin, que no es una de sus obras maestras, pero está muy bien. Si necesitas reírte, lo mejor que puedes hacer es meterte en el cine a verla. Te lenvatará el ánimo con las ocurrencias de los actores y, sobre todo, nos hace reflexionar un poco sobre las relaciones laborales.
Ver trailer de "El Jefe de todo eso"

jueves, 5 de abril de 2007

bologna

Bene, bene, ecco fatto. La adjudicación de las plazas Erasmus fue este lunes y, pese a un problemilla casi sin importancia, finalmente Ab y yo nos vamos caminito de Bologna. De Bolgna... al fin, al fin. En mi último año de carrera pero al menos me iré de Erasmus.
Tuvimos Roma en nuestra mano pero finalmente nos decantamos por Bologna. Las condiciones de vida en cada ciudad eran totalmente distintas y tuvimos que elegir. Hasta entonces, hasta nuestra partida, seguiremos por clase, recordando los momentos juntos y los trabajos en grupo. Aunque no sea Roma, que sé que habrá algunos y algunas que pondrán el grito en el cielo, Bologna es susceptible de ser visitada también. Hay muchísima variedad de ciudades a las que visitar alrededor de Bologna, al igual que también Roma puede ser visitada durante algunos días. Todo se hablará y se planeará, eh Ab?
Por fin lo tenemos, mi bolognés, al final tutto resuelto y contentos dentro de lo que cabe. Lo pasaremos bien, i promise.

lunes, 26 de marzo de 2007

ser utópico y veinteañero

Todo el mundo tiene, ha tenido o tendrá veinte años. Una edad preciosa con la cual puedes hacer millones cosas que antes no podías y que después, con el paso del tiempo, no podrás hacer. La más utópica de todas esas cosas es cambiar el mundo. Siendo veinteañero piensas que puedes mover el mundo como si empujaras un carrito de la compra. Te comes todo lo que te venga por delante. Muchas veces te dan igual las formas con las que se produzcan, sólo quieres que el mundo dé vueltas y, a ser posible, que las dé al revés. Necesitas imperiosamente que sea así. No es mi cumpleaños hoy ni voy a cumplir dentro de nada los 20, sino que los dos patitos los recibiré dentro de muchos meses, pero teniendo la cifra de unidades que tengas, lo importante es el deseo que lleve con él.
Estamos en la edad de tener ideas originales, de querer y de poder llevarlas a cabo, de aportar nuestro granito de arena para poder dar la vuelta al planeta. Sí, tengo ideas utópicas según algunos, pero me gustan. Me agrada saber que tengo la energía para querer modificar algo, por pequeño que sea, de este mundillo. La mayoría de nosotros, de estos jóvenes que estamos en la veintena, no sabemos lo duro del mercado laboral, vivimos con nuestros padres o con compañeros igual de veinteañeros y utópicos, nos da igual los movimientos de la prensa rosa pero sí los de la prensa política, preferimos una música no enlatada porque no llegamos a ver las estrellas de OT... somos esas personas que aún tienen una esperanza dentro de sí. De que las cosas no son como nos las pintan, de que toda la sociedad puede ser mucho más simple, de que nadie debe ser alienado por nada/nadie, de que ser voluntario y no cobrar por una actividad realizada tiene un sentido más allá del estrictamente económico... ¿porque debemos bajarnos del burro cuando se traspasa la puerta de la Universidad y nos adentramos en el mundo laboral/de la treintena? Las cosas no funcionan porque sí, sino que dependen del sentido que les demos cada uno. Y sí, ser utópico no es un lastre.
Cómo voy a creer /dijo el fulano/ que el mundo se quedó sin utopías. Cómo voy a creer que la esperanza es un olvido o que el placer una tristeza. Cómo voy a creer /dijo el fulano/ que el universo es una ruina aunque lo sea o que la muerte es el silencio aunque lo sea. Cómo voy a creer que el horizonte es la frontera, que el mar es nadie, que la noche es nada...

lunes, 12 de marzo de 2007

diario de un zoefero

A mis amigables amigos, mis más preciado tesoro. No quiero veros tristes, no soporto veros apenados. Esta semana ya han sido varios los momentos en los que me habéis hecho reflexionar sobre nuestro adentros, nuestros sentimientos y sobre nuestra persona en general.
Una de las cosa más importantes que he aprendido en mi poco recorrido por esta vida es que, quedándose uno sentado y lamentándose, llorando, no ganas nada. No solucionas nada y, lo que es peor, eso no te hace sentir mejor (que sería nuestro objetivo). Lo único que mueve el mundo es la energía que cada uno pueda desprender y todos, absolutamente todos, tenemos algo de energía dentro de nosotros. No vale la pena lamentarse y saber por qué uno se lamenta si vas a seguir igual, sin coger el toro por los cuernos y hacerle frente, sin haber probado a solucionar el problema con nada. Y si lo has probado y, aun así, sigues sin ver la luz, sin sentirte bien, es que no se ha dado con el remedio adecuado y debes seguir buscando. Cito textualmente de una de las conversaciones: "Quiero que salga de tu más adentro esa poquita energía que tenemos todos que se llama voluntad, combinado con otra poquita energía llamada valentía".
Una joya de mi tesoro preguntóme anoche en qué penasaba yo cuando me sentía floja de moral... cito textualmente mi respuesta:
"Pues me lamento, y mucho. Me siento muy mal. No quiero ver a nadie, sólo estar sola. Tumbarme en la cama o andar sola. Todo sola. Y de repente, algo me hace cambiar. Al cabo de los días, de ver que estoy haciendo el inútil, que realmente no vale de nada lamentarse, que a nadie le doy pena y que nadie, salvo yo, me va a ayudar a salir del embrollo en el que me haya metido. Entonces saco mi poquito de valentía que tengo en mis adentros y la hago relucir. Eso, y un poquito de mi racionalidad. Pero cuando estoy floja pienso que soy lo peor, la escoria de todo. Que todo me pasa a mí o que lo que me ha ocurrido es lo peor del mundo. Pero no, no es lo peor, sino sólo una parte. Nada es para siempre (como decía la serie) y no todo es tan gravemente malo."
Espero poder servir de algo.





viernes, 9 de marzo de 2007

democracia europea

Once upon a time, había un país called España donde podías bañarte en aguas radioactivas sin sufrir ningún daño; donde los pantanos crecían por generación espontánea, el flamenco y los toros estaban hasta en la sopa; donde tenías que levantarte y andar hasta la caja tonta para poder cambiar de canal; donde los asientos en los transportes públicos eran decidos a quien lo necesitara; donde una opinión adulta valía por cien mil. A pesar de ello, años después, en el camino hacia la madurez democrática, la sensatez en ese país tiene sus días contados:
- La racionalidad es teñida de rosa y dinamitada con explosivo TNT, aunque puede que también con Goma2.
- Se suceden improperios hacia la persona que regentaba el bienestar de la nación y, en última instancia, hacia los civiles que quisieron que nuevos colores ambientaran su vida política.
- El derecho a manifestarse recogido en el Artículo 21 de la Constitución de 1978 pierde todo significado al hacerse un uso tan excesivo y sin razón aparente. Su valor como derecho se ve transfigurado por un grupo de la población de este país.
- Los "días sin" se convierten en "días normales". Ahora se le llama fashion.
- El pasado es profranado sin querer remediar el presente y mirar hacia el futuro.
- Los periódicos gratuitos pueblan los vagones de metro y los suelos de las estaciones en hora punta. Mientras, los ecologistas se echan las manos a la cabeza ante la desertificación que amenaza cada día un poquito más.
- El paisaje, despoblado de árboles es poblado de nuevo con grúas de gran tamaño y de varios colores. El verde de la clorofila es sustituido por el marrón del ladrillo caravista.
- La comida casera no se está perdiendo de generación en generación. Los supermercados son los encargados de que esos sabores persistan en el tiempo.
- El agua pronto será considerada un "producto de lujo". ¿Se pagará el 16% de IVA por ella?
- ...
"Ah, mais, mon ami, the ups and downs of life".