miércoles, 19 de abril de 2006

En construcción

Cada vez estoy un poco más harta de Blogspot... Tengo algunos problemillas con el blogroll, mejor dicho, con la plantilla blanca. La letra se hacía cada vez más pequeña, hasta el punto de ser ilegilble.

Por otro lado, si visualizaba el blog con Firefox, a mitad post se cambiaba de letra (y creo que no soy a la única que le pasa eso).

Ando un poco harta, aunque con ganas de escribir lo que he hecho esta Semana Santa... Busco desesperada una solución (algo más pragmática que la de cambiar de plantilla). Es que la plantilla blanca que tenía antes me gustaba mucho.

A ver lo que hago.

Disculpen las molestian. En breves instantes estará la cena

sábado, 8 de abril de 2006

Rapsodia Bohemia

Una vez ya en España, con un tobillo algo desgraciado de los adoquines de la 'bella' ciudad de Copenhague, acudo al musical de Queen, que estaban de gira por Valencia durante tres días. Sí, es verdad, no es el verdadero musical pero ya fui lo suficientemente estúpida como para dejar escapar la oportunidad de verlo en Londres, como para dejar escapar ahora el que representan en España. Y sí, si vuelvo a tener la oportunidad de ir a Londres, no dudaré en comprar entradas si es que aún lo representan (los nuevos destinos Erasmus ya salieron y es posible que hagamos una visita a la Antigua Inglaterra).
Bien, con muletas y con el tiempo justo, llegamos al recinto donde el espectáculo iba a dar comienzo en pocos minutos. Por suerte tuvimos tiempo de sobra para acordarme de la familia del arquitecto del Palacio de Congresos. ¿Cómo es posible que parar subir al Palco 2 no haya ascensor? Bien, aquí la amiga se subió con muletas mientras el novio se iba partiendo de ella a cada paso que daba (la verdad es que era algo cómico).
En fin, que a lo que iba. El musical es un 'pedazo' musical donde los haya, si nos referimos a escenografía, músicos (tocaban en directo...), cantantes y bailarines. Impresionante. Aún me pregunto cómo pudieron representar el musical en el teatro Olympia el año pasado (de reducidas dimensiones comparado con la nueva ubicación).

Pero (siempre hay un 'pero') la ilusión termina cuando del repertorio que cantan, sólo dos canciones (me parece) son en V.O. ¿Cómo pueden traducir las canciones de Queen al español? Eso es una aberración en toda regla!!!

En cuanto al tema, es bastante interesante (al menos para mí). Un futuro (no muy lejano) donde todo el mundo discográfico y musical haya sido monopolizado, donde los jóvenes no tengan imaginación, donde no haya libertad para crear... Ahí es cuando los 'rebeldes', los 'bohemios', intentan cambiar el mundo (suena demasiado utópico pero engancha).
Supongo que todos tenemos algo de 'bohemios' dentro de nosotros. Supongo que algo queremos cambiar en este mundo tan injusto. Supongo que a veces no lo conseguimos, o ni lo intentamos. Pero al menos se nos ha pasado por la cabeza que este mundo podría ir mejor (lo problemático sería que ni nos hubiéramos parado a pensarlo).
De fondo: Bohemian Rhapsody, del disco A night at the opera.

lunes, 3 de abril de 2006

Día 6: viaje friki a Copenhaguen

Aterrizado en Berlín. Llenos de ilusión, dejamos las maletas en consigna. Son las 20 horas cuando cogemos el metro camino de la gran ciudad. Nuestro vuelo a Valencia sale a las 6:45 y tenemos mucho tiempo muerto para rellenar.
Tenemos algunos problemillas con la línea S9, pero una vez solucionado y en tierra firme, aparece ante nosotros el Reischtag. Llueve demasiado así que nos refugiamos debajo de sus arcos. De ahí caminamos hacia la puerta de Bradesburgo, la rodeamos, pasamos por debajo y nos vamos en busca de algún trocito del muro.
Contentos con haber realizado nuestro sueño de pisar suelo berlinés durante algunas pocas horas, cogemos de nuevo el metro para deshacer lo recorrido y volver así al aeropuerto, donde nos esperaba una cafetería que tenía olor a bollos allá las 4 de la mañana, y un suelo precioso donde dormir.
Porque así es, mientras una servidora leía un libro, vigilaba al mismo tiempo a sus compañeros de viaje (y ahora hermanos) mientras dormían y a las mochilas que habían a la vista. Justo a las 4 se despiertan y nos disponemos a recoger las maletas en consigna, cuando me percate de ue de repente hay demasiado movimiento en el aeropuerto: es como si fueran las 8 ó 9 de la mañana.
Lo último fue un amago de infarto que casi nos da a Ana Moya y a mí cuando ésta me informa de que son 'y media' y que nuestro vuelo sale a 'menos cuarto'. No se percató de que se trataban de horas distintas y que eran las 5:30 y nuestro vuelo salía a las 6:45.
Nuestro viaje acaba aquí, con tres botellines de champany abierto durante el vuelo y de nuevo la llamada de atención a Miquel sobre ello, cuando en realidad eramos tres personas más las que bebíamos.
Eso te viajar tiene su adicción y ya estamos pensando en nuestro siguiente destino, pero nada de hoteles ni cruceros: nosotros queremos suelos duros, baños multifincionales y muchas, muchas risas.

Día 5: viaje friki a Copenhaguen

Último día en Kopenhagen, Copenhagen o Copenhague (me he dado cuenta de que el título del post está mal escrito, pero ya paso de cambiarlo).
La madrugada también fue movidita (en todos los sentidos). Acabamos a las 6 de la mañana hablando en el patio de casa de Alberto, viendo amanecer y comprobando como en Copenhague sí existe el sol. Aunque cinco minutos después creimos haber visto un espejismo, pues el sol desapareció entre las nubes y no se volvió dejar ver.
Decidimos que, dos horas después (creo) subir a casa de Alberto a dormir algunas horas, al menos. Éramos 9 en una habitación. Algunos hasta tuvieron que dormir de lado porque boca arriba no cabíamos. Después de descansar, los que teníamos nuestro equipaje en casa de los griegos nos dirigimos hasta allí y terminamos nuestro viaje desayunando con nuestros anfitriones.
Entre lágrimas y recuerdos nos depedimos de Alberto y las dos 'italianas de adopción', Ainara y Aina y partimos hacia tierras germanas, donde haríamos escala durante algunas, muchas horas.

domingo, 2 de abril de 2006

La vida de nadie

Escena de festival de colegio.
- GUSANO: Señor tronco, señor tronco, por favor, tengo mucho frío. S
oy un gusano que va solo por el mundo. No tengo un sitio para dormir porque como soy tan pequeño necesito una casita que sea bajita donde poder subir.
- TRONCO:
Que pase todo el mundo a mi casa.
- TODOS: [cantando]
La vida es un jardín de alegre primavera. La vida es una fiesta, la vida es un fiestón. La vida hay que vivirla con alegre corazón.
[aplausos]

La vida de nadie

Día 4: viaje friki a Copenhaguen

Definitivamente somos.... no diré lo que somos. Todas las conversaciones funcionan alrededor del tema del 'sexo', las coñas también. Penny saluda a todo el mundo que ve por la calle, Alberto no nos deja cenar en su casa por el casero. El casero tiene cara de pocos amigos. Cantamos por la calle cual jilgueros a mediodía y robamos bicis (y lo que no son bicis) con total maestría.
Después de una noche movidita, llega la calma. El baño de los griegos parecía hoy más pequeño según Moyi, aunque a mí me parecía más grande. Ab se ha levantado de mala hostia ("hostia puta mierda...") y tras comprobar que todos los griegos estaban en buen estado hemos partido hacía casa de Alberto.
Por el camino Penny ha perdido un par de veces el sillín. Cuando hemos salido de casa de alberto ya eran las 16h. Hemos paseado (sin bicis porque lloviznaba) y hemos ido a comer a un griego (parece que no estemos en Dinamarca). Mientras los daneses cenaban, nosotros comíamos. Llevamos los horarios totalmente trastocados.
- "¿Qué tiempo hace hoy?" (Moyi)... "Eso no se pregunta aquí, todos los días sale nublado" (yo)... "Aquí se pregunta si está lloviendo o no" (Miki)
Todos nosotros llevamos el culo 'escaldado' de tanto sillín de bici por los adoquines del camino y las piernas algo engarrotadas los que vamos de paquete. Así que hemos decidido ver lo que nos quedaba de la ciudad, andando.
Lo mejor de todo, y lo que más lejos estaba, era la comuna hippie (la única que queda activa) llamada Christiania, donde hasta este verano era legal cualquier droga. Tras la 2º Guerra Mundial un grupo de hippies ocuparon ese centro militar y ahí se asentaron durante décadas, regidos por leyes propias y totalmente aislados fiscalmente de lo que es la ciudad de Copenhague. Es más, cuando entras a la comuna hay un cartel como en los pueblos de los cowboys que dice 'Christiania'. Al salir pone: 'Estás entrando en la UE'. Efectivamente, es tierra de nadie.

Día 3: viaje friki a Copenhaguen

Por fín nos hemos atrevido a ducharnos en el baño de los griegos. Bueno, no es que nos hayamos atrevido, sino que nos teníamos que duchar por huevos. El pobre Ab ha sido el elegido por unanimidad para ser el primero en esta hazaña. Y ha salido airoso de ella.
Mientras los chicos salían de la habitación mientras las chicas nos cambiábamos (y despúes de que nos tapáramos los ojos cuando ellos se cambiaban), hemos cogido carretera y manta y los 5 superviviente nos hemos ido andando hasta casa de Alberto, el anfitrión. Cual es nuestra sorpresa... nos encontramos a los 4 bellos/as durmientes que dormian en su casa medio en pijama y sin arreglarse.
Así que preparamos unos bocadillo y después de un par de horas, ya estábamos apuntito para irnos de guiris por Copenhaguen. Hoy hemos acabado (después de un buen paseo en bici) viendo a la escultua típica de la ciudad: la sirenita. Haciéndonos fotos hemos descubierto que Álex tenía un romance con la escultura y que Miki olía a sirena, ya que este ha caído al mar tras un intento de conquistar rocas solitarias. No se ha mojado mucho pero suficiente para llegar se mojar el culo.
De nuevo nos hemos alimentado a base de sandwiches (mira que adelgazaremos en este viaje) y nos hemos acercado al canal, donde Aina robaba farolillos para las demás e intentábamos elegir entre tomarnos algo en un sitio 'pijo' o en un 'antro' que tenía la fama de no haber cerrado el bar desde 1993 (24 horas open). Al final cayó este último. Allí nos invitaron a una ronda d cervezas mientras oíamos canciones variadas de una jukebox.
Por la noche nos dirigimos a una discoteca (alias 'el antro'). La verdad es que la gente de por aquí es muy rara y visten de forma rara. Son guiris,ché... o los guiris éramos nosotros??? Nunca lo sabré. El caso es que la absenta que llevábamos de botellón, ya que aquí si que está permitido y aunque parezca que no, la cultura del botellón se ve, hizo estragos entre los comunicólogos.
Hubieron confesiones a altas horas de la madrugada, vómitos por las esquinas, robos de bicicletas y comilona de Aina y Ainara a las 5 de la mañana en un McDonals.
Qué más decir?? Yo no me confesé (ya que soy algo más reservada, igual que tú, Moyi, pero yo no iba bebida), así que lo hago ahora: entrar en esa facultad es lo mejor que me ha pasado en esta vida y todos vosotros sois el oro que brilla en ella. Gracias.