Ahora mismo le gritaría al mundo que parase, que me apeo, que le den, que no sigo el trayecto. Que ya está bien, que no le sigo el juego al mundo. Que quiero mi propio juego, manejarlo yo. Como diría Marge Simpson cuando sube a la avión y su fobia a ellos cobra vida: ¡¡¡¡¡¡Quiero bajar, quiero baja, quiero bajar, quiero bajar, quiero bajar, quiero baja, quiero bajar, quiero bajar, quiero bajar, quiero baja, quiero bajar, quiero bajar, quiero bajar, quiero baja, quiero bajar, quiero bajar, quiero bajar, quiero baja, quiero bajar, quiero bajar, quiero baja, quiero bajar, quiero bajar, quiero bajar, quiero baja, quiero bajar, quiero bajar, quiero bajar, quiero bajar, quiero baja, quiero bajar, quiero bajar...!!!!!!
Cómo voy a creer que el horizonte es la frontera, que el mar es nadie, que la noche es nada...
martes, 24 de octubre de 2006
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2 comentarios:
Ana, estás viviendo una etapa de cambios significativos, es normal que te sientas agobiada, pero volverá la calma, siempre termina volviendo, créeme. El otro día oí en una ¿película? (se me está pegando tu memoria pez!) una frase magnífica: "Vivimos con miedo a los cambios y, sin embargo, pensar que algo nos puede cambiar la vida nos ayuda a seguir adelante". La frase no era exactamente así, pero hazte una idea :)
besazos wapa
Ehh, me voy a hacer un cartel con esa frase y a colgarla en mi habitación, para leerla cada día. O mejor, la pondré algo más pequeña en el coche, en la parte del conductor, para leerla también cada día y empezar el día con alegría.
Y sí, bueno, ya sabes que la transición de un estado a otro me trastoca bastante (es decir, los cambios a grandes escalas me vuelven loca y me gustan poquito, aunque después el resultado sea mucho mejor).
Pd: a mucha honra lo de la memoria pez :P
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