Supongo que siempre tengo, he tenido y tendré la culpa. Tanto si es una cuestión de amistades, amores, como si sosn familiares. Un asunto, cualquiera, rebota como una pelota, de tal manera que, en algún momento su trayectoria choca contra mí, produciendo el desenlace de todo (y de nada).
Me ha pasado durante estos 21 años de mi vida. Está claro que no todos los días pere sí intermitentemente. Supongo, al fin y al cabo, que realmente debo aplicarme el cuento de que siempre acabo haciendo daño a las personas que quiero, y este efecto dañino acaba arremetiendo contra mí. [escrito a las 5 am.]
1 comentario:
Bueno, esto es un primer paso. Ahora te queda arreglarlo... Pero tampoco te eches la culpa de todo. Ni siquiera se la eches a las personas... a veces es una conjunción de muchas cosas, y nunca se pude saber dónde acaba una y empieza la siguiente. Ha ocurrido así, y punto. Piensa en lo que hayas podido hacer mal e intenta evitarlo la siguiente vez. Es la única manera.. torturarse no sirve para nada.
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