Después de hacer el amor supe que se había acabado. ¿Había amado realmente a Bill alguna vez o era adicta al dolor? Al exquisito dolor de amar a alguien tan inalcanzable.- Eh, ¿qué haces ahí?- Vete a París, yo no voy a ir. No finjamos ser algo que no somos. Da igual.- Ven a la cama.Quería ir con él pero me sentía como si estuviera atada a la silla. Una parte de mí me estaba sujetando, sabiendo que había llegado demasiado lejos, que había llegado a mi límite.Y se acabó. Me había desatado de Bill, era libre, pero no había nada de exquisito en ello.
Sex in the City
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